Depredador sexual. Viñeta del 01/1/2023 en CTXT
La iglesia sigue en su línea, hace unos días se conocía que no abrió una investigación al cura detenido tras conocer la existencia de los vídeos de violaciones y lo trasladó de parroquia como el que esconde la basura debajo de la alfombra.
El Obispado de Málaga le retiró las licencias ministeriales dos semanas después de su detención, pero mucho antes ya habían intentado callar al vicario de Melilla para que no siguiera hablando del asunto.
La primera reacción de la Conferencia Episcopal fue sacudirse las pulgas y cuando ya no había forma de minimizar daños escenificaron un romperse la camisa.
Ahora, la policía intenta recuperar archivos eliminados del ordenador y los móviles del cura violador, así que no hay que descartar que puedan aparecer nuevas pruebas de otros casos de agresiones.
Y pocos días después aparece otro caso, aunque no tan extremo, no menos preocupante y también en Andalucía.
Una mujer ha denunciado hasta seis veces ante la Policía Nacional y la Guardia Civil al padre Roberto, párroco de Canillas de Aceituno (Málaga), que también lleva Sedella y Salares, por acoso sistemático tras romper su relación con él, lo que le ha obligado a mudarse varias veces haciéndole la vida imposible.
Pero aún huele todo mucho peor cuando la justicia no está a la altura.
No es que a la Iglesia le crezcan los enanos monstruos, es que los lleva dentro desde el inicio de los tiempos. Cada vez que escucho hablar de que no hay que generalizar me da por pensar qué pasaría si entre los humoristas gráficos tuviéramos tal cantidad de violadores y pederastas. Den por seguro que más de uno se preguntaría qué carajo está pasando en el gremio ese.
La tibieza de la Iglesia en las reacciones y el empeño que ponen para intentar escaquear cualquier abuso, por grave que sea, es lo que marca la diferencia.