Hay gente que escribe y no sólo el conjunto brilla, hasta salen chispas de muchas de sus frases porque saben mucho de ascuas y conocen bien a sus sardinas, los admiro tanto como a los que saben tocar el piano.
Entre estos virtuosos de la conjunción de palabras se nos han colado algunos atletas efectistas que usan esa capacidad para la doctrina y consiguen rascar en cada artículo, de un simple plumillazo, a varios necesitados de opinión ajena para reafirmar la propia.
El pastel está servido cuando tras esas líneas que hipnotizan hay un periodista que hizo por olvidar sus promesas de juventud con aquellas pamplinas de la verdad, la imparcialidad y la información (incluída la plural) y además hace una mala digestión del efímero y quinto poder de convocatoria que se acaba acostumbrando a tener en propiedad.
Con el tiempo se empieza a descubrir que no hay ningún mago detrás, a medida que se van adocenando al pensamiento único o al servicio de su partido y/o empresa de cabecera se acaba descubriendo que aplican los trucos más viejos y más explotados para la exposición de sus proclamas para que parezcan naturales y espontáneas.
Usted mismo puede convertirse en un atleta Sextacolumnista de élite para dirigir cualquier asunto hacia donde desee, es tan simple como practicar inicialmente el método tráiler, estos montadores son verdaderos maestros en el arte de la creación de expectativas.
No en vano no suelen ser los directores de las pelis los que hacen estos apetitosos y excitantes anuncios, son otros profesionales dedicados a la síntesis, eliminación de pajas y engorde de promesas inexistentes los que elaboran esos trailers hipnóticos para que auténticos pestiños de películas acaben enganchando a incautos espectadores a los que al les habrán endiñado la sensación de que aquello que se anuncia es maravilloso.
Píldoras y pildorazos
El método tráiler debe complementarlo con la inserción de píldoras.
Las píldoras son el refuerzo de esos titulares con divertidas demagogias para no confundir y perder al lector de lo plano impidiendo que se aburra y se marche, aquí bastará una modificación simple de los habituales juegos de palabras.
Las píldoras, muy explotadas a finales de los 80 en tv cuando los contenidos tediosos empezaban a morir podrían ser la analogía de las entradillas del papel pero al periodista blogger se las pintaron calvas con la aparición de los 140 caracteres de Twitter.
Todos los "secretos" aprendidos en apuntes y encontrados en libros de estilo, editados o no, por el medio hacen que estos encantadores de párrafos tengan más que suficiente con un par de líneas para levantar ovaciones que acaban en una espectacular ola que recorre toda la grada virtual y contagia incluso a los que ni siquiera estaban en ese partido que dicen que van a ganar.
Ahora sólo falta coronar con la guinda curricular, una buena leyenda, algo como que el ejecutante del método tráiler con fuegos artificiales, píldorasy titulares de brillo y esplendor ya destacaba desde sus más tiernas redacciones escolares.
Y lo dejo aquí porque antes de que me entren ganas de adquirir otro dominio y convertir la compra en una exclusiva tráiler con viral incluído.
para los que solo ven los interneses desde fuera,alucinan conmigo
por tener un blogfuruku, y creen que soy un entendido del copon,cuando la realidad es que si se fijasen un poco verian lo que hay detras:cojo las cosas por los pelos y si no fuese por el papa blogger no se que hostias iba a hacer,me puse esto porque me gusta hacer dibujillos(aunque tampoco tengo ni idea de hacerlos)pero ahora,en lugar de ponerme a garabatear me paso el tiempo navegando y comentado en varios sitios como este...