La corrupción es como el niño del anuncio del Colacao, superado al asco que nos produce acaba enterrada en parodias y chistes.
El niño del anuncio de Colacao da mucha grima, pero los fieles al Colacao ni se plantean pasarse al Nesquik, única alternativa que reconocen como rival estos adictos al chocolate en polvo.
La Ley de Godwin hace acto de presencia y no pasan diez minutos para que el niño del Colacao tenga su más que merecido repuesto.
El sustituto de Ricardo Costa escribió un adolescente y maloliente artículo de opinión negando el holocausto en 1979, era la época en la que este pepero emperador apenas tenía 17 primaveras.
Las máquinas políticas de remover mierdas de ambos bandos están ya trabajando a tope para espulgar cualquier despojo usable que vuelva a desviar atenciones construyendo mil escaramuzas periféricas que nos mantengan entretenidos.
Así seguiremos teniendo al mismo ejército de niños del Colacao eternamente enfrentado a los del Nesquik mientras los grumos de la corrupción vuelven poco a poco a formarse en cualquier trastienda. Hasta convertirse en tropezones gigantes.
Currao, currao...
Y otra más en
Lo mejor es lo que comentas, escaramuzas periféricas y polvos difuminando una realidad bastante más oscura que el Cola Cao.
Un beso a tod@s
Sólo felicitarle por la línea de sus últimos trabajos y textos,que me parecen de gran calidad,y la posibilidad de repasar trabajos pretéritos,entre los cuales, yo personalmente ,siempre ubicaré " la transhumancia de la paz " en mi panteón personal de trabajos dignos de la mayor consideración artística. A seguir luchando. Gracias
me gusta su dibujo
Pues no quiero ni pensar qué leche ha desayunado esta calaña, con o sin colacao (que si, que mira que es repelente el niño ese). Miedo me da, cómo habrá madurado esa mala baba a lo largo de todos estos años, con lo que cantaba ya tan jovencito.
Casi que lo mejor va a ser no desayunar...
Carpe Diem