Jetas

Jetas. Viñeta del 18/06/2022 en CTXT

Isabel Díaz Ayuso ha despilfarrado 110.000 euros del erario en un busto para hacerle la pelota muy fuerte a Felipito número 6. Este mamotreto horrendo de unos cien kilos será plantado en la sede del Gobierno regional en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol.

El pasteleo ha sido llevado a cabo por el tradicional procedimiento de contratación negociado sin publicidad. Es decir, adjudicando la ñapa del tirón, sin publicidad ni presentación de ofertas.

Así funciona la cosa cultural en las instituciones, cada politicucho tiene su artista coleguita de cabecera al que agasaja generosamente con encargos periódicos de muchos miles de euros.

El artista agraciado con el contrato de este mamoneo institucional, que fue encargado allá por el mes de abril, ha sido nuevamente Víctor Ochoa.

El autor es conocido por colar otra plasta escultórica que pretendía ser un homenaje a las víctimas de la covid cuando se trataba de un pegote que se había marcado 25 años atrás y que recicló una mijilla para llevárselo caliente.

En el acto de presentación de este bodrio de fundición de bronce a la cera perdida, Ayuso soltó ante uve palito que “no existirían el Museo del Prado, ni la biblioteca de El Escorial, ni la Universidad Complutense, ni los Reales Sitios, ni las Reales Academias sin cada uno de los reyes de España, gracias al interés que sintieron prácticamente todos los monarcas por coleccionar obras de arte y promover las letras y las ciencias”. “Les debemos además el ser una potencia cultural, lo que fomenta el turismo de calidad, así como la diplomacia moderna y la Transición”.

Ahí es nada. De la morterada de millones que han acumulado los borbones en chanchullos y que han lapidado pegándose la vida padre sin dar palo al agua no dijo nada. Se le pasaría.

Más allá de estas ceremonias mamporréicas a las que ya nos tienen acostumbrados, esto de levantar efigies es una horterada y un anacronismo. Encima pretenden vender el acto de colegueo como una promoción del arte y tal. El rizo de la patraña.

Incluso cuando no existía la fotografía, los pintores de la corte solían ser seleccionados entre los mejores del momento (aunque también hay excepciones) para inmortalizar a las autoridades y elevarlas a la perpetuidad a base de obras magnas.

Ahora es peor aún porque pudiendo plantar una foto de móvil o una esculturilla económica hecha con una impresora 3D, que tampoco es que hagan mucha falta, tiran de amiguismos para fundirse pastones de lo público para pijoteros caprichos personales.

Ya solo espero que este tarro de bronce termine como el de su padre, en una caja.