LucusHost, nueva morada

 
LucusHost hosting, nueva morada

LucusHost, nueva morada

No es un espejismo, me he topado con un servicio de hosting que es un oasis. Cuando esto sucede y encuentras una empresa de alojamiento que te da un soporte de aplaudir, te dan ganas hasta de llorar de la emoción.

No hay que olvidar que todo bloguero tradicional es un nómada en eterna peregrinación a la búsqueda de un lugar donde poder dejar sus historias a salvo.

Pero antes, un poco de contexto. Mantener un blog en tiempos en los que el personal ha consagrado sus contenidos al pozo efímero de las redes sociales ya supone casi un acto de fe.

En 2019, coincidiendo con el 20 aniversario de la presencia de esta página en internet, decidí hacer una reforma profunda y sin prisa que pasaba por la remodelación del aspecto y la optimización, tarea siempre pendiente.

LucusHost, nueva morada 1

20 años de web (2019)
Se cumplen dos décadas de loco trasteo web. Un repaso por la historia de este blog.

El último paso era dar con un hosting decente porque por mucho que maquees y mimes tu blog, si los mimbres del servidor son malos, siempre tendrás problemas que no podrás solucionar. Y  lo encontré el 28 de enero.

Andaba rebuscando alternativas a las tres empresas habituales que recomienda más de medio mundo en internet y de tanto expurgar no sabría decir cómo recalé en LucusHost.

Migrando

La cosa es que ofrecían, entre otras cosas, servidores compartidos con LiteSpeed en discos SSD MVMe, con cPanel y transferencia no medida y prometiendo 24/7 de soporte técnico, incluso por teléfono, además de la posibilidad de probarlo gratis durante 15 días, y eso hice. Hasta puedes probarlo gratis durante tres meses y luego, si te interesa, pillar el plan que necesites.

Dos días después de probarlo ya había migrado convencido de que era una buena elección. El proceso fue rápido y limpio más allá de pequeñas tontadas propias de cualquier movimiento de archivos. Lo  único que faltó de mi lista de prioridades es que su IP no es físicamente española, sus servidores están en Francia, aún así ofrecen IP geolocalizada en España, que a efectos de posicionamiento y latencia (aunque esta cuestión ya no es tanto problema) siempre será algo mejor que la de Londres o Katmandú que tenía en Hostinger.

Un pepino

Nada que envidiar en rendimiento a los más recomendados aunque sólo puedo compararlo con uno de los del triunvirato; SiteGround, que fue el último que pude probar en un blog ajeno que optimicé.

La primera medición en LucusHost sin ajustar nada ya promete.

LucusHost, nueva morada 2

Ya con el plugin de LiteSpeed bien calibrado más la inestimable ayuda del todopoderoso Script Manager del plugin Perfmatters he conseguido mejorar con mucho los tiempos de carga, las peticiones y la velocidad percibida de navegación. Esta combinación se come con papas los resultados que había conseguido con WP Rocket, al que despido con cariño por los servicios prestados, aunque sí tú lo usas, puedes seguir haciéndolo sin problemas.

LucusHost, nueva morada 3

La primera prueba llegó rápido y sin esperarla, aguantó un meneo sin despeinarse.

Otra cosa que he notado es que la seguridad en el server es poderosa y como curiosidad (no sé si tiene relación directa,  pero sospecho que sí) desde la migra se ha reducido la cantidad de spam que Akismet encontraba y detenía. Ha pasado de comerse más de 200 diarios a bloquear apenas una decena o menos el mejor día.

Más allá de su precio, que no me parece nada excesivo para las especificaciones, su soporte ya lo vale.

Soy de poco adular gratuitamente y huyo como de la peste de esas recomendaciones interesadas de empresas de hosting, pero pude comprobar que la rapidez en la atención y resolución de incidencias es una de las actuales armas más poderosas de LucusHost.

La migración se hizo (la hicieron) sobre las nueve de la noche y entre las 2 y las 2:30 de la madrugada cruzamos tickets para pequeños ajustes y dudas, que fueron contestados en minutos. Durante el día se llama y te atienden, sin contestador ni historias. Están ahí, llamar y topar.

Recordando

Es inevitable recordar el caso de Redcoruna. Los más viejos usuarios de los hostines recordarán su historia, fue una empresa en la que estuve alojado desde el 1 de julio de 2010 hasta marzo de 2019 (con sus absorciones de por medio). Nada me hacía sospechar que de ser referente en atención y soporte, terminarían dando un servicio regulero que se convertiría finalmente en malo y peor.

Primero fue tragada por HostEurope y luego por Godaddy y pasó en poco tiempo de ser ejemplo de empresa de hosting que tenía un servicio cercano y potente a todo lo contrario pese al "crecimiento". Para colmo, a algunos nos largaron de una manera fea en la última absorción por exceso de inodos. Por cierto, LucusHost los limita a la más que generosa cantidad de un millón, para coleccionar tantos archivos en tu espacio necesitas darle muy duro al Diógenes que todos llevamos dentro y quizá ni así.

Para entrar a vivir

Sea como sea, larga vida al nuevo hospedador y su apuesta por el soporte rápido, cercano y resolutivo, porque nos hemos comprometido por un año gracias a un acuerdo de colaboración y me apetece mucho poder seguir recomendándolos.

Sólo queda dejar por escrito un agradecimiento a Iván, Raúl, Martín, María, y puede que a alguien más que haya olvidado, por aguantar mis turras durante los últimos días de agitada actividad telefónica.

Relacionado:

LucusHost, nueva morada 4

Descuentazo
Cupón 20% de descuento para los lectores de este blog, con el código: JRMORA, o bien aterrizando en LucusHost desde aquí.

LucusHost, el mejor hosting

4 comentarios en «LucusHost, nueva morada»

    • Así sea. aunque nunca se sabe. Intentando hacer memoria creo que mi media de tiempo alojado en un mismo hosting está sobre 2/3 años (tirando un poco alto). A ver si esta vez sube esa media.

Los comentarios están cerrados.

Tu WordPress puede volar

Servicio de optimización

Suscripción por e-mail

Recibe gratis los artículos completos en tu correo sin publicidad en el momento que se publiquen. Se envía el contenido íntegro del feed sin anuncios a través de un servicio externo.