
Tocaba jubilar la tableta que llevo usando desde enero de 2018 y ya ha pasado a manos de una joven artista.
Para reemplazarla he pillado una Wacom Intuos Pro M de segunda mano. Es la PTH-651, así que creo que es de 2017 o 2018. Ha costado 100 pavos más los gastos de envío, otros 9. Por ahí la he visto hasta por 150/200. La última versión de este modelo, sin muchas novedades, ya anda por los 350.
Está en perfecto estado de revista y funcionamiento. Su anterior propietario le dio poca tralla y además la cuidó bien.
Llevo usándola desde el 19 de mayo y ya puedo hacer una reseñita rápida.

El lápiz de la Wacom, comparado con el que usaba, es otro rollo. Mucho menos engorroso algo más delgado y bastante más agradable al tacto.
Venir de una de gama media-baja y volver a Wacom después de muchos años es un gusto. No solo por la calidad y tacto de los materiales y sus acabados, su software de configuración es canela. Ya no recordaba lo bien que rulan.
Aunque la batería tiene sus años aún conserva poder y carga rápido. Con la primera carga para trastear ha estado funcionando casi 24 horas con un uso moderado a intervalos, eso sí, entrando en suspensión cada cierto tiempo.
Con un uso intensivo y continuo tampoco responde nada mal, calculo que se puede estrujar por encima de las seis o siete horas de curro ininterrumpido. Ya tocará comprobarlo algún día.
Se desempeño en general es cojonudo, rápido y preciso. Por añadir algún pero creo que al lápiz le sobra la goma (que ejerce de goma de borrar). Se tarda menos usando una función asignada en una de las dos teclas del lápiz, borrando con el color de fondo o con el teclado que girando el lápiz.

Otra cosa mal resuelta es el asunto de lo táctil. No queda más remedio que desactivarlo para dibujar porque resulta imposible apoyar la mano y/o la muñeca de forma natural sin que se disparen movimientos de desplazamiento, zoom o rotación no solicitados con el consiguiente coñazo de tener que deshacerlos.

El lápiz no necesita batería y la tableta se puede conectar tanto por cable como de forma inalámbrica (para este modelo había que comprar el dispositivo inalámbrico como un extra y su anterior propietario lo hizo).
El área activa es de 224 x 148 mm. Tiene 8 botones programables y una rueda (táctil, no mecánica) con un botón central con cuatro posibles configuraciones más dos botones en el lápiz. Además se puede tirar de un menú radial en pantalla que da más juego aún para el acceso rápido a un buen montón de funciones.

Incluso se pueden crear distintos menús emergentes con distintos formatos y tamaños.

No tiene mucho más misterio. Funciona como cualquier otra tableta, salvo por lo táctil que a todos los efectos es un touchpad gigante y se puede configurar, o desactivar, al gusto para cada aplicación. Su puesta en marcha es muy simple. Se descargan e instalan los drivers, se enchufa y enciende el cacharro y a ganar un Eisner.
Manual del PTH-451, PTH-651 y PTH-851
Pros
- Usada pero en muy buen estado general.
- Respuesta rápida y precisa.
- Acabados y diseño.
- Duración de la batería.
- Completo software de la marca.
Contras
- Lo táctil estorba para dibujar al lanzar acciones no deseadas.
- La goma del lápiz es prescindible.
Gasto la misma. 5 años de nada tiene la mía y sigue funcionando igual de bien que el primer día.
Nunca he usado una, pero en un vídeo de desempaque vi un accesorio que traía una y era un guante para la mano pero solo con los dedos anular y meñique, para que se pudiese apoyar sin activar la función táctil.
Claro que en verano y Andalucía (eres de ahí, ¿no?) ha de dar una miajica de caló...
Buenos días Don Veider.
Sí, es lo que se llama "guante de artista" https://twitter.com/JRMora/status/1527740981428240386?t=qjYcmsa12NNL-UwrYcraPA , aunque en realidad es anti mierda, (y sudores extremos de Andalucía, claro :P) pero no anula lo táctil por lo que no soluciona el problema.
¡Que la disfrutes! (y la disfrutemos)
Gracias. Así sea. Por lo que he ido leyendo a otros colegas suele tener una vida útil bastante larga.