
-Montoro habla de subida temporal (ponderación lo llama él) de impuestos hasta que amaine la tempestad.
-De Guindos cree que la economía es como un buque en el que tarda en verse el cambio de rumbo.
-Cándido Méndez dice que el gobierno ha embarrancado el barco y que sólo salva a los de primera.
-Sabina y Serrat relacionan el acompañamiento musical de la orquesta del Titanic con el hundimiento de la economía.
Pocos se salvan del uso y abuso del símil náutico, climatológico y Titanesco. Ya no tengo claro si los medios se han entregado definitivamente a los tontolares o es que ciertamente no hay más chicha que rascar en las declaraciones de ideólogos, personalidades de altura, gestores y lumbreras contemporáneos.
Los brotes verdes ahora se llaman rayos de esperanza.
Botín , que las está pasando canutas, hace de vidente anunciando la mejoría y poniéndole fecha, mientras que Zapatero dice que escribe un libro de economía.
Entretanto, mi vecina cree que los tomates ya no huelen, ni saben como antes. Pero como a ella no la conoce nadie, lo suyo no tiene repercusión.
Y en esas andamos, recibiendo una paliza de declaraciones/opiniones ambiguas, de comparaciones vacías, periodismo de anécdota. No hay ningún dato, verdad, o información en las declaraciones de esas mismas fuentes decorativas que los medios seleccionan cada día como protagonistas.
La economía de barco es fácil. La entiende hasta el más tonto, el barco flota, se hunde, o navega sin incidencias y el clima es malo o favorable, así no hay que pensar en nada más.
Cuando se hunde el barco, las ratas son las primeras en abandonarlo... Creo que acabo de llamar ratas a los mercados...
Los gorros de papel son los barquitos grandes. El problema es la cabeza que el gorro suele adaptarse bien.
Clive Palmer frma un memorando de entendimiento con el astillero chino estatal CSC Jinling Shipyard que será el encargado de la construcción del nuevo Titanic II. Lo más destacable, cien años después ya no habrá pasajes de segunda ni tercera , los pobres ya no embarcan..