Piden tres años de cárcel para Zunar por este chiste.
En Malasia hay un humorista gráfico que se come todos los marrones, o al menos eso pretende el Gobierno. Se llama Zulkiflee Anwar Alhaque y firma como «Zunar«. Lo quieren empurar otra vez por una viñeta en la que critica a un político. El pasado 25 de enero fue acusado nuevamente de sedición, herramienta comodín del estado para silenciar cualquier voz crítica.
Se enfrenta ahora a una posible condena de hasta tres años de cárcel. El motivo es esta viñeta publicada el 25 de enero en las cuentas de sus redes sociales en la que se criticaba la decisión del jefe del estado de Kedah, Muhammad Sanusi Md Nor, de cancelar la celebración este año del Thaipusam, una fiesta religiosa hindú que la comunidad tamil suele celebrar el 28 de enero.
La viñeta presenta al gobernante golpeando con una cuchillo de carnicero (con las palabras «No Thaipusam») una mesa alrededor de la cual estaban sentados los representantes de los distintos grupos étnicos de Malasia. En un texto sobre ellos se lee : «Los habitantes de Kedah vivían en paz hasta que él llegó«.
El que abrió el proceso legal contra Zunar fue el presidente del ala juvenil del Partido Islámico de Malasia. Se inició así el procedimiento por difamación contra el dibujante con el objetivo, según dijo, de «dar una lección a todos aquellos que piensan que todo puede ser politizado arbitrariamente«.
Sedición
En la querella se acusa a Zunar de violar la ley de sedición de 1948 (ya va siendo hora de revisarla). Esta ley penaliza «la tendencia a provocar el odio o el desprecio o a excitar la desafección contra cualquier gobernante o contra cualquier gobierno».
La historia de persecución y represión contra Zunar pasará a la historia por la obsesión del Estado por encarcelarlo. Para que se hagan una idea ahí va la un repaso rápido.
Cronología del caso Zunar
El 20 de noviembre de 2014, fue interrogado por la policía en la comisaría de Dang Wangi en Kuala Lumpur. Así lo anunció el dibujante unas horas antes.
Durante 45 minutos le hicieron preguntas sobre su libro de viñetas “Komplot Penjarakan Anwar” por el que estaba siendo investigado bajo la acusación de un delito de sedición.
En 2015 fue acusado de 9 cargos de sedición, se enfrentaba a una condena de hasta 43 años de prisión.
El 28 de enero de 2015, mientras se encontraba en una conferencia en Londres, la policía irrumpió en su oficina y confiscó más de 150 libros.
14 de febrero de 2015. Cientos de ejemplares de su libro Ros en Kangkong in Land son confiscados por la policía directamente del camión de la editorial cuando los transportaba al lugar de su presentación.
17 de octubre de 2016 – Zunar es retenido en el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur. El gobierno le prohibía salir del país.
En noviembre de 2016 vuelve a ser señalado por la justicia por criticar en un tuit el encarcelamiento en 2015 del líder de la oposición, Anwar Ibrahim, por sodomía.
El viernes 26 de noviembre de 2016 se canceló una exposición del autor por el ataque de manifestantes progubernamentales.
Un día después de este incidente , Zunar fue arrestado otra vez bajo la ley de sedición y puesto en libertad bajo fianza poco después.
El 17 de diciembre de 2016 volvió a ser detenido junto a otras cuatro personas y 1000 ejemplares de sus libros fueron confiscados. Salió en libertad bajo fianza horas después.
11 de abril de 2017, el Tribunal Supremo dictamina que Zunar recibirá una indemnización de 18.000 Ringit (unos 3.800 €) por daños especiales por el secuestro de 66 libros y una pintura. El tribunal también ordena que se le devolvuelvan sus libros.
Agosto de 2017 .Zunar demanda a la policía por detención ilegal y por la incautación de sus libros y camisetas.
En mayo de 2018. Después de casi dos años de no poder salir de Malasia, Zunar logra que se levantara la prohibición de viajar tras el cambio de gobierno en el país. El 30 de julio de ese año fue absuelto de todos los cargos.
El humor en apuros, recopilación de casos (III)
Casos de dibujantes que han tenido problemas de cierta importancia a causa de sus viñetas o ilustraciones satíricas. También hay algunas historias de otras personas que, sin ser dibujantes, han tenido problemas por compartirlas.