Ya está otra vez aquí lo más atroz de este verano, olas de calor sin pausas para las que hay que volver a ajustar los aperos de trabajo. Hoy le ha tocado a los ventiladores suplementarios de la placa.
SUNON EF35101S2-Q010-G99, esa es la marca y modelo de los dos ventiladores de asistencia que montaba la placa ASUS Sabertooth Z77 de 2012 y que también montó su sucesora en 2013, la Z87 y otras versiones.
Esta versión era de la serie que bautizaron como TUF (The Ultimate Force) y su logo se muestra al arrancar la máquina.
La placa monta una armadura térmica (Thermal Armor) de plástico inyectado con componentes fabricados bajo estándares militares que prometía mantener bien refrigerada la placa y protegerla de la acumulación de suciedad. Lo cierto es que cumple bastante bien con su misión, aunque también tiene sus inconvenientes.
En su día, ASUS definió así su Thermal Armor:
Disipación total del calor gracias al flujo de aire
La nueva generación de Thermal Armor potencia la refrigeración con dos ventiladores turbo que mejoran el diseño térmico TUF original y ayudan a alejar el aire caliente de los componentes y la placa base mediante una canalización inteligente. Cubre toda la placa con un flujo de aire más potente y utiliza tubos de calor especiales para acelerar la eliminación térmica y garantizar que las temperaturas se mantengan bajas. El ventilador dedicado de la cubierta de E/S extrae aire frío adicional y expulsa aún más calor para mejorar la estabilidad, además la nueva Thermal Armor viene con orificios de convección especiales en la PCB para facilitar el flujo de aire en la parte inferior.
Los dos ventiladores auxiliares o de asistencia de 35mm x 35mm x10 mm tienen doble función. Se encargan de meter y mover el aire en el interior de esa armadura y, a la vez que refrigeran distintos componentes vitales de la placa como el VRM, expulsan el polvo por distintos conductos evitando que se acumule en exceso.
Si bien se incluían como opcionales y muchos optaron por no instalarlos, merece la pena aguantar el exceso de ruido que sueltan a máxima potencia porque con ellos se consigue bajar bastante la temperatura interior, según el fabricante hasta 10º.
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El problema de estos pequeños ventiladores turbo de 0,48W es que empezaron a ser algo más ruidosos tras el primer año de uso y mucho más cuando tenían que rendir al máximo. Ahora sonaban incluso más aún también a bajas revoluciones, así que lo mejor es cambiarlos.
Además, la placa tiene una función por la se quedan girando un minuto después de apagar como medida de protección y ahí es cuando más se nota que tienen los rodamientos bastante trillados.
Engrasarlos sólo era una solución temporal. Así que decidí buscarlos para reponerlos. Aunque habían perdido la etiqueta por el calor, al tratarse de una placa de gama alta que fue muy popular en su época, encontrar la referencia fue muy fácil. Comprarlos a buen precio y que fueran originales y nuevos ya no lo fue tanto. Se venden entre 20 y 30 euros o más la unidad, lo que me parece un atropello para un ventilador de 35mm.
El de la parte superior va metido en una ranura, se desmonta la tapa. Se acopla al ventilador y se mete en su hueco.
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Consulté primero en ASUS, después en el distribuidor oficial de SUNON para España e incluso con el fabricante, que tiene su sede en Taiwan y unos 120 distribuidores repartidos por el mundo. En ambos casos sin éxito. Están descatalogados.
El primer problema con uno de estos ventiladores fue esa esponja de la que se habla en el manual. Recuerdo haberla visto pero no aparece cuando saco el mío. Entiendo que se ha despegado del calor y se ha ido a vivir al fondo de la caja.
Este es uno de los primeras pegas de esta "armadura" térmica. Si se te cae un tornillo o, como en este caso, la puñetera esponjita de foam, goma espuma o como se llame, hay que desmontar medio ordenador para poder acceder a ella.
Este mismo problema se plantea cuando hay que cambiar la pila que alimenta la memoria de la configuración (CMOS). Lo que en otras placas supone dos minutos, en esta puede llevarnos una tarde entera.
Ahora descubro que el ventilador no estaba tan mal como creía. Gran parte del ruido era provocado por las vibraciones por la falta de esa junta, aún así es excesivo.
El ventilador superior se ve desde la parte trasera.
Lo primero que pensé fue buscar la referencia a esa almohadilla, necesaria para evitar las vibraciones, y lo único que aparece en el manual es que es de la marca 3M. Otra opción es meterle en ese hueco uno de 40mm con lo que ya no es necesaria la esponja, pero no quise arriesgarme y opté por intentar rescatarla a las bravas volcando la torre.
Hubo suerte. Tras girarla unas cuantas veces apareció junto a un par de tornillos y una pequeña pieza plástica que no tengo ni idea de para qué sirvió en su día.
La esponja ha perdido toda propiedad de su capa adhesiva y está deformada.
Después de intentar domarla un poco y medirla, opté por reemplazarla con una de similares propiedades. Dos metros de esponja adhesiva (lo mínimo que encontré) costaron 1,46€ y ya tengo para reponerla 66 veces.
Para sustituir el ventilador de la parte baja, y el que más sonaba, no hay ninguna dificultad, basta atornillarlo y enchufarlo.
Ahí tienen al viejo en su lugar.
Llegan los ventiladores
Aunque hay bastantes vendedores que los tienen usados en Ebay, porque este modelo exacto ya no se fabrica, seguí buscando en tiendas de por ahí hasta dar con unos nuevos a 10,84€ la unidad más gastos de envío. Por 26€ pude conseguir una pareja en una tienda china.
Los pedí el 1 de julio y llegaron el día 18. El vendedor (Cmyhub.com) merece reseña positiva porque en todo momento atendió a las distintas preguntas que le hice desde el chat de su tienda en AliExpress y envió las fotografías solicitadas para poder comparar y verificar que se trataba del modelo exacto.
Llegaron en un embalaje correcto y bien protegidos.
Además de la espuma que los cubría, cada ventilador está en su envoltorio de plástico cerrado.
Son nuevos y huelen a nuevo. Todas las marcas y leyendas coinciden exactamente con los viejos originales a sustituir.
Incluso las pegatinas del logo de TUF (The Ultimate Force) están cubiertas por su plastiquillo de protección.
Con ellos llegó el silencio
Una vez montados los ventiladores, lo primero que se nota es el silencio. Es casi absoluto a máximo rendimiento y apenas se escucha un poco funcionando a mínimas revoluciones al abrir la caja. Ahora, la máquina tiene el mismo nivel de ruido que cuando la estrené, casi cero.
El de arriba entró sin problemas.
Al final, el que parecía más fácil de montar es el que más se ha complicado ya que había que quitar algunos tornillos de la armadura y levantarla forzándola para poder pasar el cable por debajo, así que opté por fijarlo por encima de la forma más pulcra posible.
La temperatura de la CPU no ha bajado mucho, apenas 3 o 4 nada despreciables grados aunque aún tengo que comparar con distintas cargas de trabajo. En reposo, la CPU marcó 40º de máximo con unos 31º en la habitación.
En un test de rendimiento de un juego exigente y jugando en alta, la CPU no ha subido de 60º. Se confirma que los ventiladores se mantienen silenciosos trabajando a máximo rendimiento y sólo se puede escuchar una leve vibración si se quita la tapa de la caja.
A ver esas olas de calor, que vengan si se atreven. Aquí las espero. Dos escopetas tengo.
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