
El dibujante australiano Mark Knight ha vuelto a ser el centro de la controversia por una de sus viñetas publicadas el 21 de mayo de 2024 en el Herald Sun. La viñeta aludía al aumento de la inmigración en Australia, un tema que ha generado amplio debate político en el país. Sin embargo, una queja anónima presentada ante el Consejo de Prensa Australiano terminó con un informe en el que se considera que la representación de los inmigrantes en la viñeta es "ofensiva y prejuiciosa". En la queja también se señala que se dibuja al liberal y líder de la oposición, Peter Dutton, como un "superhéroe".
En la escena, Dutto, a pecho descubierto, se dirige al primer ministro Anthony Norman Albanese, al que apodan "Albo", que gira la rueda de un puente levadizo mientras le dice "Apártate, Albo".
Al pie de la viñeta se lee: "la puerta principal de Australia"
La queja señalaba que los inmigrantes aparecían mayoritariamente representados como musulmanes de Oriente Medio y África, lo que no reflejaba la realidad de los grupos predominantes que actualmente lideran la inmigración a Australia, encabezada por personas de la India, China y Filipinas.
En el informe emitido por el Consejo de Prensa, se aceptó que la representación de los inmigrantes no coincidía con la composición étnica y geográfica de los migrantes que realmente llegan al país.
El Consejo acepta que la intención de la viñeta era comentar el debate político en torno a las cifras de inmigración y no sobre quiénes o de dónde llegaban los inmigrantes. El Consejo también acepta que no era la intención del caricaturista causar ofensa o prejuicio. Sin embargo, considera que la representación de los inmigrantes, que observa que no refleja la composición étnica y geográfica de los inmigrantes que llegan a Australia, junto con la elevación del puente levadizo, implica que esos inmigrantes son indeseables.
El Consejo considera que, en el contexto de un debate político nacional sobre los posibles efectos negativos del aumento significativo de la inmigración en la sociedad australiana, la representación de esas personas como personas mayoritariamente de piel morena, con rasgos faciales prominentes y vestimenta que refleja una representación estereotipada de las personas de Oriente Medio y África, incluidos los musulmanes, es ofensiva y prejuiciosa.
Por su parte, Mark Knight defendió su obra en una columna publicada en el Herald Sun. Afirmó que su intención era mostrar una "mezcla de personas" entrando a Australia, vestidas con ropa étnica diversa y occidental, algunas con maletas y todas felices de estar en el país. Según Knight, la viñeta no mostraba una "estampida" que sugiriera una invasión, y negó que los personajes tuvieran una apariencia amenazante o violenta. En particular, señaló que uno de los personajes, una mujer al frente, estaba sonriendo, mientras que un hombre indio levantaba el puño en señal de júbilo.
Esta nueva polémica ha desatado el habitual debate enconado y distintas voces han vuelto a apuntar a los límites del humor en temas sensibles como la inmigración. En una entrevista en Sky News Australia, Knight lamentó que el mundo del periodismo sea un "blanco fácil" para quienes buscan expresar su indignación.
Esta no es la primera vez que el autor ha sido acusado de racismo. En 2019, una viñeta sobre Serena Williams, que mostraba a la tenista en una postura de enfado durante el Abierto de Estados Unidos, también fue duramente criticada por presuntos estereotipos raciales. En aquella ocasión, el Consejo de Prensa determinó que la caricatura no era racista y que el Herald Sun había tomado medidas razonables para evitar causar una ofensa sustancial.
La viñeta sobre la inmigración de Knight, sin embargo, sigue siendo objeto de debate en cuanto a los límites de la sátira política y la responsabilidad de los viñetistas de evitar representaciones que perpetúen prejuicios o estereotipos dañinos en la sociedad australiana.
El humor en apuros, recopilación de casos
Casos de dibujantes que han tenido problemas de cierta importancia a causa de sus viñetas o ilustraciones satíricas. También hay algunas historias de otras personas que, sin ser dibujantes, han tenido problemas por compartirlas.