Fascism week. Viñeta del 02/10/2022 en CTXT
El triunfo de Meloni, groupie confesa de Benito Mussolini, en Italia volvió a desatar el tradicional festival del subterfugio y los eufemismos suavitos para no tener que hablar de ultraderecha, fascismo o cualquier otra cosa que se le parezca una miaja.
Desde el recurso rancio patrio de los «nostálgicos» de Villacís pasando por el cachondo «derecha dura» de El Mundo (aunque su primer titular lo era más, solo «la derecha»), se han revisitado todas las piruetas etimológicas.
En Brasil andan de elecciones. El domingo votaron y aunque Lula superó a Bolsonaro, no consiguió los votos suficientes así que tendrán que celebrar segunda vuelta.
Allí también tienen a un subhumano fascista regoldando toda la retahíla fascista. Pero no se les ocurra llamarlo fascista porque está feo y tal, compórtese como un demócrata.
Hasta que toda esta sarta de fascistas no cometa un genocidio gordo (nótese la ironía) no procede ser brusco, no sea que se enfaden y les suba la fascistirubina.
