Criminal. Viñeta del 23/11/2024 en CTXT
La Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant por crímenes de guerra y contra la humanidad por los actos cometidos entre el 8 de octubre y el 20 de mayo de 2023.
La Sala de Cuestiones Preliminares I de la CPI rechaza así las impugnaciones de competencia del Estado de Israel y dicta órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant.
En el comunicado de prensa del 21 de noviembre de 2024, la corte argumenta así las órdenes de detención:
La Sala dictó órdenes de detención contra dos personas, el Sr. Benjamin Netanyahu y el Sr. Yoav Gallant, por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos desde al menos el 8 de octubre de 2023 hasta al menos el 20 de mayo de 2024, día en que la Fiscalía presentó las solicitudes de órdenes de detención.
Las órdenes de detención están clasificadas como "secretas", con el fin de proteger a los testigos y salvaguardar el desarrollo de las investigaciones. No obstante, la Sala ha decidido hacer pública la información que figura a continuación, ya que, al parecer, se están llevando a cabo conductas similares a las que se abordan en la orden de detención. Además, la Sala considera que es en interés de las víctimas y sus familias que se les informe de la existencia de las órdenes de detención.
En primer lugar, la Sala consideró que la supuesta conducta de los Sres. Netanyahu y Gallant es competencia del Tribunal. La Sala recordó que, en una composición anterior, ya decidió que la competencia del Tribunal en la situación se extendía a Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Este. Además, la Sala declinó hacer uso de sus facultades discrecionales de oficio para determinar la admisibilidad de los dos asuntos en esta fase. Esto es sin perjuicio de cualquier determinación en cuanto a la jurisdicción y la admisibilidad de los casos en una etapa posterior.
Con respecto a los crímenes, la Sala encontró motivos razonables para creer que el Sr. Netanyahu, nacido el 21 de octubre de 1949, Primer Ministro de Israel en el momento de la conducta relevante, y el Sr. Gallant, nacido el 8 de noviembre de 1958, Ministro de Defensa de Israel en el momento de la presunta conducta, son responsables penalmente de los siguientes crímenes como coautores por cometer los actos conjuntamente con otros: el crimen de guerra de inanición como método de guerra; y los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos.
La Sala también encontró motivos razonables para creer que el Sr. Netanyahu y el Sr. Gallant tienen cada uno responsabilidad penal como superiores civiles por el crimen de guerra de dirigir intencionadamente un ataque contra la población civil.
Presuntos delitos
La Sala encontró motivos razonables para creer que durante el tiempo relevante, se aplicaba el derecho internacional humanitario relacionado con el conflicto armado internacional entre Israel y Palestina. Esto se debe a que son dos Altas Partes Contratantes de los Convenios de Ginebra de 1949 y a que Israel ocupa al menos partes de Palestina.
La Sala también consideró que el Derecho relativo a los conflictos armados no internacionales se aplicaba a los combates entre Israel y Hamás. La Sala consideró que la supuesta conducta de los Sres. Netanyahu y Gallant se refería a las actividades de los órganos gubernamentales israelíes y de las fuerzas armadas contra la población civil en Palestina, más concretamente contra los civiles en Gaza. Por lo tanto, se refería a la relación entre dos partes en un conflicto armado internacional, así como a la relación entre una potencia ocupante y la población en un territorio ocupado. Por estas razones, en lo que respecta a los crímenes de guerra, la Sala consideró apropiado dictar las órdenes de detención de conformidad con el derecho de los conflictos armados internacionales. La Sala también consideró que los presuntos crímenes de lesa humanidad formaban parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil de Gaza.
La Sala consideró que existen motivos razonables para creer que ambas personas privaron intencionadamente y a sabiendas a la población civil de Gaza de objetos indispensables para su supervivencia, incluidos alimentos, agua y medicamentos y suministros médicos, así como combustible y electricidad, desde al menos el 8 de octubre de 2023 hasta el 20 de mayo de 2024.
Esta conclusión se basa en el papel del Sr. Netanyahu y del Sr. Gallant en la obstaculización de la ayuda humanitaria en violación del derecho internacional humanitario y en su incapacidad para facilitar el socorro por todos los medios a su alcance. La Sala concluyó que su conducta provocó la interrupción de la capacidad de las organizaciones humanitarias para suministrar alimentos y otros bienes esenciales a la población necesitada de Gaza. Las restricciones mencionadas, junto con los cortes de electricidad y la reducción del suministro de combustible, también tuvieron graves repercusiones en la disponibilidad de agua en Gaza y en la capacidad de los hospitales para prestar atención médica.
La Sala también observó que las decisiones que permitían o aumentaban la ayuda humanitaria a Gaza eran a menudo condicionales. No se tomaron para cumplir las obligaciones de Israel en virtud del derecho internacional humanitario ni para garantizar que la población civil de Gaza recibiera un suministro adecuado de los bienes que necesitaba. De hecho, fueron una respuesta a la presión de la comunidad internacional o a las peticiones de Estados Unidos de América. En cualquier caso, los aumentos de la ayuda humanitaria no fueron suficientes para mejorar el acceso de la población a los bienes esenciales.
Además, la Sala encontró motivos razonables para creer que no se podía identificar ninguna necesidad militar clara u otra justificación en virtud del derecho internacional humanitario para las restricciones impuestas al acceso de las operaciones de ayuda humanitaria. A pesar de las advertencias y llamamientos realizados, entre otros, por el Consejo de Seguridad de la ONU, el Secretario General de la ONU, Estados y organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil sobre la situación humanitaria en Gaza, sólo se autorizó una asistencia humanitaria mínima. A este respecto, la Sala tuvo en cuenta el prolongado período de privación y la declaración del Sr. Netanyahu en la que relacionaba la paralización de los bienes esenciales y de la ayuda humanitaria con los objetivos de la guerra.
Por lo tanto, la Sala encontró motivos razonables para creer que el Sr. Netanyahu y el Sr. Gallant tienen responsabilidad penal por el crimen de guerra de inanición como método de guerra.
La Sala consideró que existen motivos razonables para creer que la falta de alimentos, agua, electricidad y combustible, así como de suministros médicos específicos, creó unas condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción de parte de la población civil de Gaza, lo que provocó la muerte de civiles, incluidos niños debido a la malnutrición y la deshidratación. Sobre la base del material presentado por la Fiscalía, que abarca hasta el 20 de mayo de 2024, la Sala no pudo determinar que se cumplieran todos los elementos del crimen de lesa humanidad de exterminio. Sin embargo, la Sala sí determinó que existen motivos razonables para creer que se cometió el crimen de lesa humanidad de asesinato en relación con estas víctimas.
Además, al limitar o impedir intencionadamente la entrada en Gaza de suministros médicos y medicamentos, en particular anestésicos y máquinas de anestesia, las dos personas son también responsables de infligir grandes sufrimientos mediante actos inhumanos a personas que necesitaban tratamiento. Se obligó a los médicos a operar a personas heridas y a realizar amputaciones, incluso a niños, sin anestesia, y/o se les obligó a utilizar medios inadecuados e inseguros para sedar a los pacientes, causando a estas personas dolor y sufrimiento extremos. Esto equivale al crimen contra la humanidad de otros actos inhumanos.
La Sala también encontró motivos razonables para creer que la conducta mencionada privó a una parte significativa de la población civil de Gaza de sus derechos fundamentales, incluidos los derechos a la vida y a la salud, y que la población fue atacada por motivos políticos y/o nacionales. Por lo tanto, concluyó que se había cometido el crimen de lesa humanidad de persecución.
Por último, la Sala consideró que existen motivos razonables para creer que los Sres. Netanyahu y Gallant tienen responsabilidad penal como superiores civiles por el crimen de guerra de dirigir intencionadamente ataques contra la población civil de Gaza. A este respecto, la Sala consideró que el material aportado por la Fiscalía sólo le permitía formular conclusiones sobre dos incidentes que podían calificarse de ataques dirigidos intencionadamente contra civiles. Existen motivos razonables para creer que el Sr. Netanyahu y el Sr. Gallant, a pesar de tener a su disposición medidas para prevenir o reprimir la comisión de delitos o garantizar el sometimiento del asunto a las autoridades competentes, no lo hicieron.
Las reacciones a la orden de arresto han destacado por el posicionamiento de determinados líderes políticos anunciando que no piensan cumplirla si Netanyahu pisa su suelo. Así, Alemania dejó caer que no arrestará a Netanyahu.
Steffen Hebestreit, portavoz del gobierno alemán, cree que no es probable que Berlín cumpla con la orden de la CPI contra Netanyahu: "Me resulta difícil imaginar que se puedan realizar detenciones en Alemania sobre esta base", dijo.
Joe Biden calificó de “escandalosa” la orden internacional de arresto.
"La emisión de órdenes de arresto por parte de la CPI contra líderes israelíes es escandalosa. Permítanme ser claro una vez más: independientemente de lo que pueda implicar la CPI, no hay equivalencia ninguna entre Israel y Hamás. Siempre estaremos junto a Israel contra las amenazas a su seguridad"
El ultraderechista Víktor Orbán, presidente de Hungría, considera "descarada" y “cínica” la decisión de la corte e invita a Netanyahu a visitar Budapest asegurando que la orden de la Corte Penal de La Haya no tendrá efecto en su país
En Italia, el ministro de Defensa, Guido Crosetto, declaró que, aunque era "erróneo" comparar a Netanyahu y Gallant con Hamás, si ambos entraran en Italia, "tendríamos que detenerlos". Sin embargo, Matteo Salvini , viceprimer ministro y ministro de Infraestructuras y Transportes, no comparte la misma opinión . "Tengo previsto reunirme pronto con representantes del Gobierno israelí y si Netanyahu viniera a Italia sería bienvenido . Los criminales de guerra son otros", afirmó Salvini el viernes por la mañana, a pesar de las palabras del jefe de Defensa. (Fuente).
El presidente de Argentina, Javier Milei, también repudió la orden de arresto a Netanyahu y dio por bueno el genocidio apelando a la matraca del derecho a la defensa para defender a los criminales: "Esta resolución ignora el legítimo derecho de Israel a defenderse frente a ataques constantes por parte de organizaciones terroristas como Hamás y Hezbolá".
Mientras esto sucede, Israel sigue masacrando a la población civil sin contemplaciones tanto en Palestina como en Líbano y se repiten los ataques a la misión de paz de la ONU. La FINUL denunció que cuatro de sus cascos azules resultaron heridos en un ataque de Israel en Líbano.
Netanyahu, para variar, respondió calificando de antisemita a la Corte Penal Internacional y agradeció a Biden y Orbán su apoyo.
El pasado 24 de mayo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a Israel que detuviera su ofensiva militar contra Rafah y que abriera el cruce de esa ciudad del sur de Gaza con Egipto para permitir la entrada de ayuda humanitaria. No hace falta recordar por donde se pasó Netanyahu aquella orden.
Tres días antes, la Corte Penal Internacional había solicitado órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Netanyahu, y el ministro de Defensa, Galant, por posibles crímenes de guerra y también solicitaba aplicar la misma medida a varios líderes de Hamás.
La orden de arresto, más allá de lo simbólico" y de una declaración de intenciones más bien tardía, puede considerarse como un "menos es nada". Las posibilidades de que estos tipos sean detenidos son pocas. La CPI no dispone de una fuerza policial propia, por lo que, según sus estatutos, los 124 estados que lo forman están obligados a arrestar y entregar a cualquier persona sobre la que pese una orden de arresto, si este pisa su territorio. Otra cosa es que se den las circunstancias.
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