
Boceto de la viñeta rechazada
Ann Telnaes publicó ayer una nota en su página de Substack explicando el motivo por el que abandona su trabajo en el diario The Washington Post. El medio se negó a publicar una viñeta en la que aparece Jeff Bezos, propietario del diario, entre otros multimillonarios arrodillados ofreciendo su dinero a una estatua del presidente electo Donald Trump.
Medios de medio mundo han dado cuenta del abandono de Telnaes por este episodio de censura por parte del diario, pero si quieren leer una nota de opinión al respecto, que sea esta de Mike Peterson en The Daily Cartoonist titulada "Telnaes sólo está en paro, no se ha ido".
Tal y como se señala en un comentario en ese mismo artículo:
"En un momento de suprema ironía, el New York Times se hizo eco de la noticia y publicó su viñeta. Aunque, obviamente, se trata de una gran noticia (y una oportunidad para atacar a un competidor), es agradable ver que, por una vez, publican una viñeta editorial". (The New York Times dejó de publicar viñetas políticas el 1 de julio de 2019).
Aunque no han pasado ni 24 horas, tengo la sensación de que hasta para opinar creo que llego tarde. O no. La cuestión de la velocidad es ya relativa desde que abracé encantado ese slogan-filosofía de CTXT de "Orgullosos de llegar tarde a las últimas noticias".
Todos los que nos dedicamos a esto, o lo intentamos, sabemos que este escenario se nos puede presentar el día menos pensado, e incluso varias veces, y no hay más que dos caminos: mojarse o rodear en silencio el charco. Ann Telnaes ha tomado la valiente, digna y muy respetable opción de saltar fuerte sobre el charco para que salpique como debe y a quién corresponde.
No es la primera vez que Telnaes se moja. En noviembre de 2024 ironizaba con el lema de The Washington Post con una viñeta "en negro" tras la decisión del Jeff Bezos de impedir al diario pedir el voto por Kamala Harris.
No todo dibujante está en disposición de abandonar su trabajo, menos aún en España donde no florecen las oportunidades, por lo que considero que es necesario aplaudir cualquier movimiento como el de Telnaes, se haga desde la posición que se haga.
Nota de Telnaes íntegra traducida.
Por qué dejo el Washington Post
La democracia no puede funcionar sin una prensa libre
Trabajo para el Washington Post desde 2008 como viñetista editorial. He tenido comentarios editoriales y conversaciones productivas -y algunas diferencias- sobre las viñetas que he enviado para su publicación, pero en todo ese tiempo nunca me habían matado una viñeta por culpa de a quién o a qué decidí apuntar con mi pluma. Hasta ahora.
La caricatura asesinada critica a los multimillonarios ejecutivos de la tecnología y los medios de comunicación que han estado haciendo todo lo posible para ganarse el favor del presidente electo Trump. Recientemente se han publicado varios artículos sobre estos hombres con lucrativos contratos gubernamentales e interés en eliminar regulaciones que se dirigen a Mar-a-lago. El grupo de la caricatura incluía a Mark Zuckerberg, fundador y consejero delegado de Facebook y Meta, Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, Patrick Soon-Shiong, editor del LATimes , Walt Disney Company, ABC News, y Jeff Bezos, propietario del Washington Post.
Aunque es frecuente que los redactores de las páginas editoriales pongan objeciones a las metáforas visuales de una viñeta si consideran que no son claras o no transmiten correctamente el mensaje que pretende el dibujante, esta crítica editorial no se produjo en el caso de esta viñeta.
Para que quede claro, ha habido casos en los que se han rechazado bocetos o se han pedido revisiones, pero nunca por el punto de vista inherente al comentario de la viñeta. Eso cambia las reglas del juego… y es peligroso para una prensa libre.
A lo largo de los años he visto cómo mis colegas extranjeros arriesgaban sus medios de subsistencia y a veces incluso sus vidas para denunciar injusticias y pedir cuentas a los dirigentes de sus países. Como miembro del consejo asesor de la Freedom Cartoonists Foundation , con sede en Ginebra, y antiguo miembro del consejo de Cartoonists Rights, creo que los viñetistas editoriales son vitales para el debate cívico y tienen un papel esencial en el periodismo.
Habrá gente que diga: "Oye, trabajas para una empresa y esa empresa tiene derecho a esperar que los empleados se adhieran a lo que es bueno para la empresa". Eso es cierto, salvo que estamos hablando de organizaciones de prensa que tienen obligaciones públicas y que están obligadas a alimentar una prensa libre en una democracia. Los propietarios de esas organizaciones de prensa son responsables de salvaguardar esa libertad de prensa, y tratar de quedar bien con un autócrata en ciernes sólo servirá para socavar esa libertad de prensa.
Como caricaturista editorial, mi trabajo consiste en pedir cuentas a los poderosos y a las instituciones. Por primera vez, mi editor me ha impedido hacer ese trabajo crítico. Así que he decidido dejar el Post. Dudo que mi decisión cause mucho revuelo y sea desestimada porque sólo soy una caricaturista. Pero no dejaré de decir la verdad al poder a través de mis viñetas, porque como se suele decir, "la democracia muere en la oscuridad".
Gracias por leer esto.
El humor en apuros, recopilación de casos
Casos de dibujantes que han tenido problemas de cierta importancia a causa de sus viñetas o ilustraciones satíricas. También hay algunas historias de otras personas que, sin ser dibujantes, han tenido problemas por compartirlas.